pasó como un abril por las cornisas
su fado desgreñado por el sol
el muerto que habitaba en mis camisas
blandiendo la sonrisa no era yo
y en la calle Montera siempre llueve
en un desmán de luces de neón
como una primavera eterna y breve
la hora cualquiera de ningún reloj
si verso viceverso y desvarío
tras los espejos vacíos
que te quieren ver llorar
y al tiempo a contratiempo bailas sola
como un barco entre las olas
como un calcetín impar
la puerta se cerró como un disparo
como una nube gris por Lavapiés
abril se destiñó por los tejados
como por una cuerda de tender
con un dolor pretérito imperfecto
te busqué en cada voz y en cada piel
esdrújulos difusos desperfectos
pudriendo los remiendos de mi ser
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