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miércoles, 6 de abril de 2011

PROYECTO BUBISHER

Libros libres en los campamentos de refugiados saharauis


Siempre que nace una biblioteca, aumenta la esperanza de que la cultura sea el camino por el que se transite hacia un futuro en el que el peso de la justicia y de la libertad sea mayor que el del poder del dinero y de la sinrazón.

Partiendo de este principio y de la idea de que la lectura es un derecho universal del que no debería ser excluido ningún ser humano, se ha ido construyendo día a día y paso a paso el Proyecto Bubisher.

Todo empezó en el año 2005, en el colegio San Narciso de Marín. Gonzalo Moure, reconocido escritor de Literatura Infantil y Juvenil, en el transcurso de un encuentro con los alumnos de dicho Centro, habló de los niños saharauis y de sus escasas posibilidades de disfrutar de los libros. Fue entonces cuando uno de aquellos alumnos gallegos levantó la mano y dijo: ¿Y por qué no llevamos un bibliobús?

Lo que en un principio parecía una locura, fue tomando forma y, después de tocar a muchas puertas oficiales que se cerraron antes de abrirse, por fin, fue el Gobierno Vasco el que, con absoluta generosidad, donó un camión transformado en bibliobús para que los niños saharauis pudieran leer cuentos en español, lengua que este pueblo reivindica como seña de identidad, como parte de su patrimonio cultural.

Tras una primera y minuciosa selección de libros, el Bubisher, que toma su nombre de un pequeño pájaro, el único que revolotea por el desierto y al que los saharauis se refieren como “el pájaro que trae las buenas noticias”, fue presentado en septiembre del año 2008 en el Parque del Retiro de Madrid, y después de muchos trámites, el 5 de Diciembre de ese mismo año llegó a los campamentos.

Su primer año de andadura fue una auténtica fiesta diaria para todos los niños saharauis. Recibían felices al bibliobús del que salían voluntarios españoles que rompían, con los cuentos que contaban y prestaban, la disciplina de las clases. Pero las mañanas se quedaban pequeñas, los niños acudían al bibliobús después del colegio. Querían seguir. Querían regresar a los libros que se habían quedado a medias en los cincuenta minutos de la clase de español, abrir otros nuevos, volver a empezar. Y nacieron las tardes del Bubisher. Más actividad, más alegría y más compromiso.

Fue entonces cuando comprendimos que el Bubisher tenía que ser un proyecto en el que se implicaran los propios saharauis, que tenían que ser ellos mismos quienes impulsaran su vuelo, por las mañanas en las escuelas, por las tardes recorriendo todos los barrios, por las noches haciendo veladas literarias, encuentros interculturales.

En Junio del 2009, en una maratoniana reunión a la que asistieron más de cincuenta voluntarios, se decidió crecer en profundidad, darle al proyecto un peso real en la apertura de puertas por las que el pueblo saharaui, enclaustrado en los campos de refugiados, se asomara al mundo.

La infraestructura con la que por entonces contábamos era limitada para abordar esta nueva andadura por todos los campamentos, así es que se eligió Smara, el más poblado de ellos, como punto de partida. Y un centro de interés en torno al cual girarían lecturas y actividades de animación: El mar. Nos emocionaba pensar que, de alguna manera, les devolveríamos la presencia de esas costas que les fueron arrebatadas, que mostraríamos a los niños lo que muchos de ellos no habían visto jamás, pero que permanecía vivo en la memoria colectiva de su pueblo. Y al timón del Bubisher, un equipo saharaui impecable, absolutamente entregado al proyecto: Daryalha, maestra convencida del poder de la lectura, coordinando las actividades de las mañanas en las escuelas. Memona, con su capacidad innata para atraer a los niños y meterlos dentro de la magia de los cuentos, como bibliotecaria por las tardes, recorriendo uno a uno todos los barrios de Smara.

Y Larossi, el conductor del Bubisher y la primera presencia saharaui en el proyecto.

Transcurrió el curso 2009- 2010 con una actividad incesante en Smara. Más de cincuenta voluntarios acompañaron al equipo saharaui constatando con qué entusiasmo recibían los niños la lectura de los cuentos, los préstamos, las actividades.

El proyecto crecía en los campamentos y en España, el esfuerzo por conseguir financiación, por hacerlo visible, por crecer más y más.

Al finalizar el curso y en una nueva reunión se decidió lo que ya a lo largo del año habíamos ido madurando: La población infantil de Smara estaba totalmente implicada en el Bubisher, pero ¿y los jóvenes? ¿y el resto de la población? Se había quedado pequeño el bibliobús de los sueños, era imprescindible crecer. Había que hacer una biblioteca fija que diera servicio a todos. Estaba naciendo el Nido del Bubisher, Biblioteca Pública de Smara. Y con él, la necesidad de constituirnos en asociación para conseguir fondos que financiaran esta nueva y hermosa locura: Escritores por el Sahara- Bubisher.

La biblioteca es en estos momentos una realidad. Con un fondo de más de tres mil libros y un equipo que crece en trabajadores y voluntarios saharauis, dará cobertura a los siete clubes de lectura que se han formado a lo largo del año, a la formación de profesores, talleres para mujeres, proyectos culturales para desarrollar con jóvenes sin olvidar el servicio bibliotecario de préstamos y la posibilidad de leer libremente. Todo ello, gracias a la generosidad de quienes han colaborado y colaboran como socios del Bubisher, como participantes en las distintas campañas y en los diferentes actos que a lo largo del año se han diseñado para conseguir fondos. A quienes nos siguen y nos alientan a seguir a través de la página Web: www.bubisher.com .

El futuro más próximo es volar hacia otro campamento. Porque todos los niños son iguales y todos tienen ese mismo derecho a crecer con un libro en las manos, estamos poniendo todo nuestro empeño en conseguir financiación para adquirir un nuevo bibliobús que recorra las escuelas y los barrios de Auserd, con dos nuevos coordinadores saharauis, el próximo septiembre.

Ningún sueño es imposible cuando se cree con firmeza que los libros, la cultura y la cooperación son capaces de borrar las fronteras que separan a los pueblos a pesar de sí mismos.


www.letrasenelsahara.com
www.bubisher.com